Querido Yo:

Por favor, deja de volver a las mismas personas y situaciones

que te hicieron daño. Se fueron por una razón.

 Puede ser que sigan tocando a tu puerta, pero tú ya no tienes 

la obligación de seguir abriéndola.

Cada vez que la abres de nuevo, repites el mismo ciclo del que

ahora quieres salir y en el que te encuentras preso.

Tú mereces ser tratado con amor y respeto.

 

Sé que nadie es perfecto, pero aquel que te ha dañado no va  

a ser quien te sane.

Finalmente, ha llegado el momento de dejar ir a todas estas 

  personas y situaciones que no te hacen feliz, amado y completo.

Ha llegado el momento de tomar las riendas de tu vida y

convertir todos tus sueños en realidad.

Ábrete a recibir toda la abundancia que te corresponde por

derecho de nacimiento.

Confía en mí; te conozco mejor que nadie. Te amo.